EDUCACIÓN INTEGRAL

Joan Umbert Font

Licenciado en pedagogía

E-mail: joanumbertfont@gmail.com

País: España

 

WEB DEDICADA A LA APLICACIÓN DE LA TEORÍA INTEGRAL DE KEN WILBER A LA EDUCACIÓN

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"La espiritualidad es la esencia de la educación. No se puede medir ni cuantificar, pero funda la acción educativa".

Jacques Maritain 

EDUCACIÓN DE LA ESPIRITUALIDAD

La espiritualidad no tiene porqué ir ligada a la metafísica, sinó que tiene que ver, en primer lugar, con las preocupaciones últimas y más profundas (consciencia interior), y en segundo lugar con la dedicación (manifestación exterior) de la persona a tales preocupaciones. 

 

Así pues, tenemos, por una parte, la profundidad de los intereses, y por otra, la dedicación a ellos. 

 

De esta manera, la espiritualidad consistiría en tomar consciencia progresiva de mi "yo" más profundo y manifestarlo en nuestra vida.

 

Ahora nos faltaría aclarar la siguiente cuestión: ¿qué es profundidad?, ya que en el mundo postmoderno imperan las superficialidades de lo observable físicamente (ver "Los tres ojos del conocimiento" de Wilber), dando como resultado un mundo chato sin profundidad.

 

Recuperar la profundidad del ser humano y del Kosmos ha sido una de las tareas más importantes de Wilber, y también es el objetivo principal de la educación espiritual que pretendo acometer.

 

Maneras de referirse a la espiritualidad

En primer lugar, antes de poder empezar a hablar sobre la educación de la espiritualidad, es preciso tener en cuenta los sentidos más importantes en que se emplea la palabra espiritual, que según Ken Wilber son cuatro:

  • Espiritualidad en los niveles más elevados de cualquiera de las líneas de desarrollo (estadios transracionales, transpersonales o postconvencionales). Es decir, desarrollo cognitivo elevado o espiritual; desarrollo moral elevado o espiritual; desarrollo emocional elevado o espiritual...
  • Una línea de desarrollo propia (la línia de desarrollo espiritual). Así podríamos hablar de una fe o espiritualidad mítica literal; una fe o espiritualidad reflexiva y crítica; y una fe o espiritualidad Universal, transcendente de culturas y credos.
  • Experiencia espiritual, meditativa o cumbre (representada en el eje de abcisas de la rejilla W-C). (Estado sutil, causal y no-dual). 
  • Hay quienes, por último, emplean el término "espiritual" para referirse a una actitud especial (como un tipo de persona espiritual).

 

 

Una espiritualidad integral

Mucha gente piensa que el Espíritu se encuentra únicamente en la cima de la montaña, y no es así. Para el desarrollo espiritual es tan importante la sexualidad como la meditación. Es preciso que el desarrollo de la persona sea lo más integral posible.

 

Además, cabe advertir que el pie de la montaña sostiene la cima, por tanto, para una espiritualidad sana i fructífera es necesario tener en cuenta todas las dimensiones del Ser.

 

Refundar la educación

(ABC Color, 07-01-13) J. Montero Tirado.

El punto de partida de todo proyecto educativo nacional es el consenso sobre la antropología en que queremos fundamentar nuestra educación. Dicho más sencillamente: a la hora de definir cómo vamos a educar a los hijos y a los escolares  tenemos que ponernos de acuerdo sobre qué tipo de hombre y mujer queremos que desarrollen nuestros niños y niñas. Con todo lo que sabemos actualmente  sobre el ser humano, gracias a la investigación y los conocimientos que nos aportan las ciencias, debemos revisar, actualizar, refundar la educación que venimos ofreciendo...


Nuestro sistema educativo ofrece currículos, programas, metodologías,  que prescinden de la dimensión espiritual del ser humano. O la presuponen y por eso no se ocupan de ella, o la ignoran.


El ser humano sin su dimensión espiritual es un ser amputado, recortado precisamente en la dimensión que más le caracteriza y le sitúa por encima de los demás mamíferos y seres vivos conocidos.


¿Por qué nuestro sistema educativo prescinde de esta dimensión esencial constituyente del ser humano? Los planificadores del sistema educativo deben dar alguna explicación. ¿A quién beneficia esta amputación en los procesos educativos? ¿Por qué no se trabaja para promover el conocimiento y desarrollo de esta dimensión del ser humano y sus potencialidades?


Es un error argumentar que un Estado laico no tiene que ocuparse de la dimensión espiritual. Porque la dimensión espiritual nada tiene que ver en sí misma con las confesiones religiosas. La dimensión espiritual del ser humano se da, se puede activar en todo ser humano sin religión o con ella. Que las religiones exploren el mundo espiritual por coherencia con sus creencias, no significa que se identifiquen fe y espiritualidad, menos aún religión y espiritualidad. Hay entusiastas promotores de espiritualidad que son ateos. Para muestra,  baste citar al famoso grupo europeo, fundamentalmente francés, con intelectuales como Bernard  Besret, Luc Ferry, René Barbier y André Comte-Sponville.


La historia de la humanidad, tanto de Oriente como de Occidente está cargada de culturas de todos los tiempos que han desarrollado y siguen desarrollando la dimensión espiritual del ser humano. Y allí donde  todavía no llegó la escritura, para dejarnos testimonios escritos, está la arqueología para enseñarnos múltiples muestras de artesanía y arquitectura confirmando lo mismo. Desde siempre el ser humano ha comprendido algo o mucho de su dimensión espiritual y de su capacidad de vivir la trascendencia. Para quien dude de esto le recomiendo que repase la historia de la antropología general y de la antropología cultural.


Hoy la neurología nos ha confirmado eso mismo con investigaciones sobre la evolución de los prehomínidos, el desarrollo del cerebro humano y la aparición del homo sapiens sapiens, con su dimensión espiritual. John Eccles, premio Nóbel 1963 , lo ha demostrado y divulgado después en su libro “Revolution of the brain: creation of the self” (en castellano, 1992, 222-226).


En el presente, las investigaciones de vanguardia sobre el cerebro humano y el movimiento de las neuronas, con las constataciones neurológicas de Richard J. Davidson, de la universidad Wisconsin Madison  de Nueva York, confirman no sólo la potencialidad de la dimensión espiritual del ser humano, sino hasta la localización en el cerebro de las actividades de la inteligencia espiritual (2012, 320ss).


En otra rama de las ciencias, el genetista Dean Hamer, ha descubierto que el ser humano tiene un gen especializado, que hace posible el desarrollo de la dimensión y de la actividad espiritual, el gen  VMAT2, al que llama “gen de la espiritualidad”. (2006, 81ss).


El neurocientífico Francisco J. Rubia, ha publicado  un interesante libro , “Conexión divina” (2ª. ed. 2009) en el que estudia las bases neurobiológicas de la experiencia mística en chamanes y religiones institucionalizadas;  entrevistado recientemente sobre el libro de Hamer reconoce y confirma la existencia del gen de la espiritualidad.


Si la antropología general y cultural, la biología y genética, la neurología y  psicología transpersonal, la epistemología, psicología existencial y logoterapia, el focusing, la bioenergética, la física, la pedagogía holística, etc…afirman la dimensión espiritual del ser humano, ¿por qué nuestro sistema educativo la elimina, prescinde de ella y pretende formar a los educandos “integralmente” amputándoles esta dimensión  constituyente de su ser?


Algún día, la historia nos juzgará muy severamente.
 

Elementos de una educación de la espiritualidad para nuestros días

  • Educación para amar a todas las personas y a toda la creación.
  • Desarrollo e indagación sobre las preocupaciones últimas o más profundas.
  • Educación de la atención y el autodominio.
  • Capacidad progresiva de escuchar la voz del silencio y observación de la propia mente.
  • Religiones comparadas e historias sagradas del mundo.
  • Economía (o "plus") de las energías sutiles del ser humano.
  • Como mantener la mente lúcida.
  • Respeto y aprecio de la sabiduria de los mayores.
  • Saber escuchar y tener paciencia.
  • La muerte. Saberse finito con un espíritu eterno.
  • Sencillez, esencialidad, ligereza de equipaje...
  • Crítica social, consecuencias de nuestros hábitos y modos de vivir.
  • Educación de la integridad, coherencia, unificación de pensamiento y acto.
  • Trabajo con la sombra humana.
  • Arte-terapia.
  • Aprender a entrar en la mente intuitiva. Para ello, es preciso hacer a un lado la mente racional y dejar que emerja la intuición, que no puede ser forzada por el ego (a partir de los 18 años).
 

SUBJETIVO

INTERNO

MANIFESTADO

EXTERNO

INDIVIDUAL
  • Educación para amar a todas las personas y a toda la creación.
  • Desarrollo e indagación sobre las preocupaciones últimas o más profundas.
  • Educación de la atención y el autodominio.
  • Capacidad progresiva de escuchar la voz del silencio y observación de la propia mente.
  • Como mantener la mente lúcida.
  • La muerte. Saberse finito con un espíritu eterno.
  • Educación de la integridad, coherencia, unificación de pensamiento y acto.
  • Trabajo con la sombra humana.
  • Entrar en la mente intuitiva.

 

 

 

 

COLECTIVO
  • Religiones comparadas e historias sagradas del mundo.
  • Respeto y aprecio de la sabiduria de los mayores.
  • Saber escuchar y tener paciencia.
  • Crítica social, consecuencias de nuestros hábitos y modos de vivir.
  • Sencillez, esencialidad, ligereza de equipaje...
  • Amistades enriquecedoras y sanas.

 

 

Finalidad de la práctica espiritual

Espiritualidad Esencial es un gran libro de Roger Walsh (Editorial ALAMAH, 2001), y lo que hace en este texto es identificar lo común a las grandes religiones (Budismo, Judaísmo, Catolicismo, Islamismo), recogiendo las prácticas que persisten a lo largo de las diferentes doctrinas y proponiendo ejercicios para cultivar lo que él llama la “espiritualidad esencial”; lo que se encuentra en la médula, lo que viene a ser, según el autor, el mensaje central de las diferentes maneras de comunicarse con Dios. 

Toda práctica espiritual, para ser integral, apunta a:

 

1: Transformar tu motivación. Reduce el ansia y encuentra lo que tu alma desea.

 

2: Cultivar la sabiduría emocional: sana tu corazón y aprende a amar.

 

3: Vivir éticamente: siéntete bien haciendo el bien

 

4: Concentrarte y calmar tu mente.

 

5: Despertar tu visión espiritual: mira claramente y reconoce lo sagrado en todas las cosas.

 

6: Cultivar la inteligencia espiritual: desarrolla la sabiduría y el entendimiento de la vida.

 

7: Expresar tu espíritu mediante la acción: acoge la generosidad y la alegría de ayudar a los demás.

La inteligencia espiritual.

Francesc Torralba

Aunque  Howard Gardner no la nombró en su teoría de las inteligencias múltiples, se refirió a la inteligencia espiritual como inteligencia existencial o transcendente. Según Gardner es la capacidad para situarse a sí mismo con respecto al cosmos, así como la capacidad de situarse a sí mismo con respecto a los rasgos existenciales de la condición humana como el significado de la vida, el significado de la muerte y el destino final del mundo físico y psicológico en profundas experiencias como el amor a otra persona o la inmersión en un trabajo de arte.


Francesc Torralba (doctor en Filosofía y Teología) afirma que todo ser humano en toda comunidad humana dispone de una inteligencia espiritual que no se adscribe a una obediencia religiosa determinada. Según cita en su libro Inteligencia Espiritual, a pesar del progreso que se ha hecho en los últimos años, existen todavía reticencias y dificultades para reconocer la dimensión espiritual de la persona. El materialismo teórico y práctico es el más grande obstáculo para reconocerlas, pues reduce el ser humano a puro cuerpo”.

 

Añade que,

"esta ideología, no es, para nada, una nueva filosofía. En la historia se detecta una persistencia del materialismo que resulta obstinada. Ha recorrido todas las posiciones: la evolucionista con Darwin, la instintiva con Freud, la positiva con Comte y la relacional con Marx".


Y continúa diciendo,

"La materia es un componente de la realidad, pero no basta, ni siquiera en la ciencia. Junto a la masa hay que percibir la energía. Por ello, el materialismo es la cárcel del pensamiento, su negación. Ya Aristóteles advertía que no es el cuerpo el que contiene el alma, sino, al revés, el alma la que contiene el cuerpo, lo vivifica y lo dirige. No hay filosofía si no hay espiritualidad; no hay cultura sin espiritualidad".


Sobre la física cuántica,

"La física cuántica socava la doctrina materialista, porque muestra que la materia posee menos sustancia de la que podríamos imaginar. La nueva física se ha abierto paso por encima de los dogmas centrales de la doctrina materialista".


Beneficios de la inteligencia espiritual


- La Riqueza Interior: La Creatividad

- Profundidad en la mirada

- Consciencia crítica y autocrítica

- La calidad de las relaciones

- La autodeterminación

- El sentido de los límites

- El conocimiento de las posibilidades

- Transparencia y receptividad

- Equilibrio interior

- La vida como proyecto

- Capacidad de sacrificio

-Vivencia plena del ahora

 

¿Qué atrofia a la inteligencia espiritual?


El entorno en el que nos desarrollamos influye en el desarrollo de la inteligencia espiritual.

 

Según el autor,

"Esto ocurre con todas las formas de inteligencia pero especialmente con la musical, la emocional y la espiritual. Si uno tiene la suerte de crecer en un entorno inteligente, integrado por personas despiertas, audaces y creativas, eso estimula las capacidades innatas. En un entorno espiritualmente rico, donde la vida espiritual se desarrolle creativamente, se estimula la inteligencia espiritual, mientras que en un ambiente materialista y pragmático, utilitarista y consumista, esta inteligencia permanece, simplemente atrofiada".


En particular:

-El sectarismo

-El fanatismo

-El gregarismo

-La banalidad

-El consumismo

-El vacío existencial

-El aburrimiento

-El autoengaño

-El gusto por lo vulgar

-La intolerancia por los que no son como uno mismo

-El narcisismo

-La parálisis vital

 

Cultivar la inteligencia espiritual


Podemos desarrollar y disfrutar de la inteligencia espiritual mediante:

 

- La práctica asidua de la soledad

- El gusto por el silencio

- La contemplación

- El ejercicio de filosofar

- Lo espiritual en el arte

- El diálogo socrático

- El ejercicio físico

- El dulce no hacer nada

- La experiencia de la fragilidad

- El deleite musical

- La práctica de la meditación

- El ejercicio de la solidaridad

 

La educación de la inteligencia espiritual


Jacques Maritain, en Por una filosofía de la educación (1947), expone la necesidad de una educación de lo espiritual. Según el pensador francés, la educación tiene por tarea esencial formar a la persona, pero esta formación escapa tanto al maestro como al discípulo y reside en lo que él denomina “principio vital interior”. A su juicio, la espiritualidad es la esencia de la educación. No se puede medir ni cuantificar, pero funda la acción educativa. Olvidar esta dimensión esencial significa reducir el aprendizaje a una mecánica sin significado humano al servicio del rendimiento.

 

 

Investigaciones sobre espiritualidad


Los profesores M.D. Holder, B. Coleman y J. Wallace de la Universidad de Columbia publicaron un estudio en 2008 muy exhaustivo en el Journal Of Hapiness Studies sobre la relación entre la espiritualidad y felicidad en los niños. Llegaron a la conclusión de que el cultivo de la dimensión espiritual de los menores era un factor decisivo en la vista a su felicidad.

 

Diversas investigaciones han mostrado que existe un vínculo directo entre el cultivo de la inteligencia emocional y el bienestar interior. Según explica Holder, el factor riqueza contribuye, en cambio muy poco a la felicidad. De hecho, señala el profesor, el dinero sólo explica el uno por ciento de la felicidad de los niños, tanto si estudian en colegios privados como en públicos.

 

Del citado estudio se deduce que la espiritualidad genera el sentimiento de vivir una vida con sentido, estimula la esperanza, permite la captación de valores y la intuición de la belleza y la profundidad de las relaciones.

 

Comentario

El modelo de inteligencias nos es útil y didáctico para clarificar ciertos aspectos de las capacidades que tenemos como seres humanos,  funcionando de manera interconectada.

 

En el mundo que nos ha tocado vivir y en el cuerpo que tenemos que habitar contamos con capacidades que todos podemos desarrollar. El desarrollo de la inteligencia espiritual nos aporta a lo mejor la mayor de las perspectivas y nos conecta con el sentido del ser. Cada uno de nosotros cuenta con un laboratorio interior y otro exterior (el Universo) para comprobar y sentir este concepto.

 

Fuente:

Francesc Torralba. Inteligencia espiritual. Ed. Plataforma actual 2010

 

Inteligencia espiritual

Danah Zoar (estudió física y filosofía y luego psicología y teología en Harvard) y su esposo Ian Marshall (psiquiatra), vinculan el concepto “espiritualidad” con el de “inteligencia”. Dicen que Inteligencia Espiritual es la “…inteligencia con la que afrontamos y resolvemos problemas de significados y valores; la inteligencia con que podemos poner nuestros actos y nuestras vidas en un contexto más amplio, más rico y significativo; la inteligencia con que podemos determinar que un curso de acción o un camino vital es más valioso que otro. La Inteligencia Espiritual es la base necesaria para el eficaz funcionamiento tanto del Cociente Intelectual como de la Inteligencia Emocional. Es nuestra inteligencia primordial”.


También sería la capacidad de dar una respuesta a la pregunta: ¿Quién soy?, de encontrar un sentido profundo a la vida y permanecer alineado con los principios espirituales.

 

Desarrollo de la inteligencia espiritual

Montero Tirado, J. Periódico digital ABC. Pais: Paraguay. Link: <http://www.abc.com.py/nota/desarrollo-de-la-inteligencia-espiritual/> 10 de Octubre de 2011 00:00h.

Howard Gardner, famoso creador de la teoría de las múltiples inteligencias, en su libro “La inteligencia reformulada” de 1999 y en artículos de revistas especializadas después, se planteó si existe realmente una inteligencia especializada en el desarrollo de la dimensión y las vivencias espirituales. El planteamiento tiene fundamento en los hechos, es indiscutible que ha habido grandes personas que han demostrado tener extraordinarias competencias y lucidez en sus propuestas sobre lo espiritual; bastaría citar a Jesús de Nazaret (Cristo), Francisco de Asís, Teresa de Jesús, Ghandi, sufíes musulmanes, monjes budistas, etc…    

Pero con su metodología de investigación sobre las múltiples inteligencias dijo que no podía llegar a afirmar la existencia de una inteligencia especializada en lo espiritual.    

Desde luego, Gardner reconoce la existencia de la dimensión espiritual del ser humano, confirmando la convicción de la mayoría de las antropologías en la historia de la humanidad. 

Seis años después (2005), el Dalai Lama, en su apasionante libro “El universo en un átomo”, recoge las sorprendentes investigaciones del Dr. Richard Davidson, de la Universidad de Wisconsin en Madison, durante la primavera 2001, en las que pudo identificar con sofisticadas tecnologías de captación de imagen del cerebro, el movimiento y conexiones de neuronas en milésimas de segundo y las alteraciones bioquímicas correspondientes en momentos de vivencias espirituales, constatando la localización de dichas actividades cerebrales. ¿Habrá quedado resuelta la dificultad de Howard Gardner? 

Estos datos dejan constancia de que actualmente las actividades espirituales del cerebro pueden ser observadas y estudiadas científicamente. Un paso gigantesco para profundizar el conocimiento del ser humano en todas sus potencialidades biocorporales, psicológicas y espirituales, las tres dimensiones fundamentales del ser humano, de acuerdo a la mayoría de las antropologías conocidas.    

Si la dimensión espiritual es una realidad en el ser humano, ¿por qué la educación formal no incluye su desarrollo entre sus responsabilidades para la formación integral de toda persona? ¿Por qué proponemos currículos y programas de estudio y formación, prescindiendo radicalmente del desarrollo de la dimensión espiritual?

Son muchos los científicos y pensadores actuales que demandan mayor atención a esta dimensión. Según Kessler, “detrás de la amplia problemática de la juventud actual, hay una carencia de atención a sus necesidades espirituales. El vacío espiritual es un factor raramente destacado en el comportamiento autodestructivo y violento de muchos jóvenes y adolescentes”.  

Para Ken Wilber, incluso para el conocimiento científico, no bastan el ojo de los sentidos y el ojo de la razón, hace falta integrar el ojo del espíritu: los tres ojos del conocimiento.    

Cuando hablamos de dimensión espiritual no estamos hablando de dimensión o comportamiento religioso. De hecho, las religiones, en general, se han ocupado de atender esta dimensión esencial del ser humano, pero hay actividades espirituales no necesariamente vinculadas a la religión. Decir que no corresponde trabajar la dimensión espiritual, porque la educación oficial debe ser laica, es evidente ignorancia de lo que se está diciendo cuando hablamos de la dimensión espiritual del ser humano.    

Si la sociedad se seculariza y se distancia de las vivencias religiosas, prácticamente casi las únicas que se han ocupado del desarrollo espiritual, los miembros de nuestras sociedades tendrán menos desarrollo espiritual, a no ser que la educación formal y las familias se ocupen seriamente de promoverla y darle el lugar que en una persona íntegra debe tener esta dimensión.  

Mucha gente está cargada de prejuicios con respecto a la vida y vivencias de la dimensión espiritual, la confunden con moral, con piedad, con religiosidad, etc… No conocen que gracias al desarrollo de esta dimensión somos capaces de encontrar el sentido de la vida, de poder crecer en la captación de la belleza, de adentrarnos vivencial y gozosamente en el misterio, de podernos trascender por el amor auténtico integral y plenificante, etc.    

Soy plenamente consciente de que estoy planteando una propuesta revolucionaria para los sistemas educativos y de que voy a tener muy poco éxito al poner el tema en la mesa de diálogo, pero creo que en este estadio de la evolución de la humanidad es hora de plantearnos en serio lo que es una educación de todo el ser. El mundo necesita otro modelo de humanidad.

El desarrollo espiritual requiere un trabajo sobre la mente para que ésta aprenda a:

  • Relativizar.
  • Encarar y ver las cosas como son.
  • Resolver complicaciones y no añadir complicaciones a las complicaciones.
  • Ocuparse en lugar de preocuparse.
  • Estar en el aquí y el ahora, más libre de memórias y expectarivas.
  • Valorar lo que se tiene.
  • Estar en el incesante aprendizaje vital y darle así un sentido especial a la existencia.
  • No afligirse en exceso ni reaccionar neuróticamente, sabiendo tomar y dejar, renovádose a cada instante, sin acarreos.
  • Priorizar correctamente, aprendiendo las cuatro cosas más importantes de la vida: paz interior, equilibrio mental y emocional, salud somática y buenas relaciones con las demás criaturas.
  • Despejar la ofuscación, superar la codicia y aniquilar el odio.
  • Liberarse de los grilletes del apego, la aversión, el egocentrismo desmesurado, la duda sistemática, la pereza, la impaciencia y las emociones nocivas.
  • Poner los medios para desarrollar el entendimiento correcto,superar el pensamiento neurótico (fuente innegable de malestar) y desarrollar calma y claridad.

Para ello es necesario:

  • Cambiar enfoques y actitudes.
  • Desarrollar los potenciales mentales: energía, atención, ecuanimidad, sosiego, contento interior, lucidez, compasión, paciencia, desapego y desasimiento.
  • La práctica de las técnicas de la transformación y desarrollo mental, tanto psicosomáticas como psíquicas y espirituales.

 

(Del libro de Ramiro Calle, La ciencia de la felicidad. Ed. Kailas).

La espiritualidad en los niños

Para fomentar valores espirituales en los niños no es imprescindible seguir una religión. Sentirse felizmente integrado en una realidad más grande que uno mismo puede ser un buen punto de partida.

 

La capacidad de maravillarse es innata en el ser humano. Y esta es una facultad que forma parte de la espiritualidad natural de los niños.

 

La espiritualidad es la vivencia de lo esencial presente en todas las cosas y en cada instante, y los niños la viven de forma espontánea. Los mayores les podemos acompañar para que no pierdan ese contacto íntimo (o a recuperarlo).

 

Debemos estar preparados para responder a preguntas inesperadas de forma seancilla y breve.

 

Es importante procurar que la entrada en el mundo racional por parte de los niños no signifique perder la capacidad de imaginar e intuir.

 

Más que nuestras palabras, lo que va a impresionar a nuestros hijos serán nuestras actitudes.

 

Los niños son muy buenos practicantes del silencio, aunque parezca extraño. Les resulta fácil meditar y a muchos además les gusta. Tansolo hay que adaptar los tiempos, reduciendo la duración de las prácticas. Podemos explicarles nuestras experiencias y pedirles que hablen de las suyas, escuchando con atención.

 

Pautas para favorecer la espiritualidad:

 

  • Maravillarse ante la naturaleza y el mundo.
  • Sentir la unidad entre todos los seres.
  • Escuchar el silencio.
  • Sentir la fuerza y plenitud interior.
  • Establecer pequeños rituales.

 

Dos meditaciones adecuadas para los niños:

 

En general se precisan 10 minutos para cada una, aunque la del silencio puede reducirse a 5 minutos en los niños más pequeños.

 

  1. Sentirse como un arbol:

Le podemos decir al niño: "Siéntate cómodo, con la espalda derecha, como si fueses un árbol. Imagina que tienes unas raíces que van creciendo y te unen a la tierra. Ahora imagina tu tronco. Crece con él hacia el cielo. Notas que el sol te ilumina y da calor. Es una sensación agradable y alegre. Hay pajaritos que vienen a postrarse en tus ramas, les oies cantar bonitas canciones. Siente tu respiración. El aire sale, con suavidad, y vuelve a entrar, con suavidad. Es un aire suave, que va y viene; respiras. Eres un bonito arbol enraizado, que crece y respira; te sientes feliz y en paz. Estás tranquilo en este bosque en el que hay otros árboles que también crecen y respiran. Observa cuantos árboles ves. Mira cómo vuestras raíces se unen por debajo de la tierra. Es agradable sentirse unidos. Abre los ojos. Siéntete".

 

Anima al niño a hablar de lo que ha vivido. Por ejemplo: "¿Cómo has visto tu árbol: grande, delgadito...? ¿Había más? ¿Se unían vuestras raíces?"

 

2.   Escuchar el silencio:

 

"Siéntate cómodo, con la espalda derecha. Vamos a escuchar el silencio. Ahora estamos callados. Oímos ruidos, coches, pájaros, voces, música... (lo que oigamos). Pero si escuchas con atención puedes oír el silencio, que está escondido entre los ruidos. Voy a callarme y luego me dirás si lo oíste."

 

Anima al niño a que te cuente lo qué ha vivido. Luego puedes hablarle de lo importante que es el silencio para estar mejor y sentirte en paz. Si no lo ha oído, puede ser un juego ocasional: "¡Vamos a sentarnos a ver si hoy oímos el silencio!" Si lo ha oído, podéis entrenaros en oírlo otras veces y saborear la experiencia.

 

(Síntesis del artículo de Laia Monserrat en la revista CuerpoMente, nº 245, septiembre 2012: Espiritualidad e infancia).

 

 

Krishnamurti y la educación

"La educación no consiste sólo en aprender de los libros memorizando algunos hechos, sino también enaprender a mirar, a escuchar aquello que los libros dicen, tanto si lo que dicen es verdadero como si es falso. Todoeso es parte de la educación.

 

La educación no es un mero pasar los exámenes, conseguir un titulo y un empleo, casarse y establecerse, sino también saber escuchar a los pájaros, ver el cielo, la extraordinaria belleza de un árbol, la forma de las colinas; es sentir todo eso, estar realmente, directamente en contacto con ello. A medida que ustedes crecen, ese sentido de escuchar, de ver, por desgracia va desapareciendo, porque se llenan depreocupaciones, quieren más dinero, un automóvil mejor, más hijos o menos hijos. Se vuelven celosos, codiciosos,ambicionan, envidian; y así es como dejan de percibir la belleza de la tierra. Seguramente conocen lo que ocurre enel mundo, ya que deben estar estudiando los acontecimientos de la actualidad. Hay guerras, revueltas, unasnaciones divididas contra otras naciones. En este país también hay división, separación, más y más gente que nacecada día, pobreza, escualidez y completa insensibilidad. A un hombre no le importa lo que le ocurre a otro en tanto él esté perfectamente a salvo. Y a ustedes se les educa para que encajen en todo esto. ¿Se dan cuenta de que elmundo está loco, que todo es locura estas batallas, estas disputas, este provocar y desgarrarse el uno al otro? Y ustedes crecerán para encajar en esto. ¿Es ello correcto, es éste el significado de la educación, el de que deban,voluntaria o involuntariamente, encajar en esta insana estructura llamada sociedad? ¿Y saben lo que está ocurriendo en todo el mundo con las religiones? También aquí hay desintegración, nadie cree ya en nada. El hombre no tiene fe y las religiones son el mero resultado de una vasta propaganda.Puesto que son ustedes jóvenes, frescos, inocentes, ¿pueden mirar toda la belleza de la tierra, tener la cualidaddel afecto? ¿Y pueden conservar eso, retenerlo? Ya que si no lo hacen, a medida que crezcan se irán amoldando, porque ésa es la forma más fácil de vivir. Unos pocos se rebelarán, pero tal rebelión tampoco resolverá elproblema. Algunos intentarán escapar de la sociedad, pero ese escapar carece de sentido. Ustedes tienen quecambiar a la sociedad, pero no matando a la gente. La sociedad somos ustedes y yo. Ustedes y yo creamos lasociedad en la cual vivimos. Así es que son ustedes los que han de cambiar. No pueden encajar dentro de estasociedad monstruosa. Entonces, ¿qué es lo que harán?"

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